martes, 11 de octubre de 2011

la luna

Con la inocencia acurrucada en la cuña de la luna se sentó a esperar la niña mientras se entretenía contando estrellas. Esperando su regreso se quedó dormida, sumiendose en sueños de esperanza; las nubes la arropaban, el viento le cantaba, todos cuidando de su sueño, tratando de que no despierte, no queremos verle sus ojos tristes cuando descubra que él nunca mas regresará.